Cáncer y Pandemia

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Cáncer y Pandemia

Con la llegada del Covid-19 al Perú, el Gobierno realizó varias acciones para reducir el riesgo de contagio como el aislamiento físico obligatorio a nivel nacional. Esta medida – entre otras cosas – ocasionó que los sistemas públicos y privados de salud se saturen por el incremento exponencial de la demanda para atender la emergencia sanitaria.

Durante los primeros meses de la pandemia, se suspendieron y limitaron las atenciones en diferentes especialidades médicas, tales como la oncológica. Esto perjudicó a miles de personas con otras enfermedades que no eran Covid-19.

La tecnología pone al alcance de los especialistas cada vez más y mejores armas para el manejo de estas dolencias. Por ello, plantear las directrices de un escenario sanitario post pandemia implica diversos desafíos. El más importante es la adaptación a la dinámica exponencial de la incorporación tecnológica en el sector hospitalario y clínico público y privado.

Ante el escenario actual y una posible tercera ola del Covid-19, es necesario que los establecimientos sanitarios a nivel nacional refuercen los Servicios de Telemedicina, especialmente en sus modalidades de teleconsulta o tele orientación. De esta forma, a través de una atención remota con médicos especialistas, se podrá garantizar la continuidad de los controles médicos.

Actualmente, cada año aparecen aproximadamente 70 mil nuevos casos de cáncer en el Perú y alrededor de la mitad de ellos fallece por distintos motivos. La segunda ola del coronavirus ha acentuado el peligro de la población que se encuentra con un sistema inmunológico debilitado como es el caso de los pacientes con cáncer.Por lo tanto, así se deberá extremar la vigilancia evitando exposiciones innecesarias y continuar con los tratamientos para evitar complicaciones en su salud.

En atención a ello, es pertinente aclarar que, si bien los pacientes oncológicos no tienen mayor riesgo de infectarse con el virus, sí se encuentran en peligro de desarrollar complicaciones graves. Por este motivo, deben ser cuidadosos y rigurosos en seguir las indicaciones del aislamiento y las de su médico tratante.

Por otro lado, es fundamental que los centros médicos continúen operando y cumpliendo en forma estricta los protocolos de bioseguridad establecidos, así como implementar las citas escalonadas para reducir la posibilidad de aglomeraciones. Todo ello para permitir que los pacientes acudan regularmente a sus controles para limitar el avance de su enfermedad y disminuir las probabilidades de contagiarse de coronavirus.

El soporte emocional y su importancia en el contexto actual

Otro aspecto importante es el manejo de las emociones de los pacientes oncológicos. La segunda y la próxima tercera ola, ha ocasionado zozobra en muchas personas con cáncer. A esto le sumamos el estrés y la ansiedad, sentimientos muy comunes en el ámbito de esta enfermedad y que al final generan consecuencias negativas para todos estos pacientes.

El cáncer es una afección que puede agravarse a consecuencia del contagio del nuevo coronavirus. Además, podría ocasionar mayores niveles de ansiedad en los pacientes oncológicos, al intentar mantenerse a salvo de esta infección.

Las medidas de protección adoptadas contra este virus, como el aislamiento social, habrían contribuido a incrementar la sensación de soledad, desesperanza y/o depresión en comparación a momentos previos a la pandemia.

Por otro lado, las largas horas de espera para una atención presencial de los pacientes oncológicos debido a la cantidad de personal sanitario enfermo y a los más de 400 médicos peruanos fallecidos por Covid, aumentan el sentimiento de estrés por riesgo de contagio pudiendo provocar más angustia. En este escenario, la telemedicina surge como una herramienta vital para aliviar estos episodios permitiendo recibir atención de manera remota y segura en la tranquilidad del hogar.

Es importante identificar las señales que puedan advertir la presencia de estrés en las personas con cáncer. Por ejemplo, la fatiga prolongada, somnolencia diurna, fallas en la memoria y/o disminución en el rendimiento físico o intelectual. Asimismo, no debemos pasar por alto las contracturas cervicales, el bruxismo, problemas digestivos y/o el consumo excesivo de alimentos, tabaco o drogas como refugio contra el estrés.

Si detectas alguno de estos síntomas o signos, puedes contactar a un especialista en “psicología oncológica”, pues estos se ocupan del manejo adecuado en los procesos mentales contra los efectos negativos causados por el cáncer en pacientes y en sus familiares. Asimismo, la presencia de los familiares o amistades junto al paciente es fundamental porque le ofrecen ánimo y el soporte emocional necesario para afrontar estos problemas.

Créditos: http://www.ethica.pe/cancer-y-pandemia/?fbclid=IwAR1J7wdrkVrdCCScWydP8ggIOyHqOmQ5f411Tx2s1BZFbIokqLXAtwLzufE